entrevista a José Francisco Ríos: En busca del diálogo
José F. Rios:Hemos de ser prudentes, pues todo aspecto ha de ser contemplado. He de decir que
no espero nada de la carrera, lo espero de mí; puede ser un matiz incoherente o impreciso, pero es
así, no puedo dar valor a la especulación futura cuando la dependencia es de este ahora en el que yo
estoy envuelto. Luego, seguramente, me tope con esa preocupación arrolladora que supone el que
haré el día de mañana; mientras creo que me atañe más el presente e incluso he de contemplar un
cierto futuro, aun casi nunca abarca más allá de pasado mañana. He sido único causante de la acción
electiva adecuada y he propiciado el llegar a este lugar, la razón supongo que deriva de esa
constante aflicción que me atormenta, esa sensación que comparto con todo ser que es la vida.
Llegué aquí y ni siquiera procuré una constatación exacta de las distintas materias que me
acaecerían durante el comienzo de la carrera —de hecho no sé cuales son las asignaturas del
siguiente cuatrimestre—, no me preocupo demasiado con que será lo que deviene en el estudio.
Ninguna asignatura es esperada, tal vez pensada, pero no esperada; cada clase es una discordancia
total con mi idea de clase —esto es lo que me encanta—, y mi trabajo, al menos el que yo he visto
lícito en empeñarme, es encontrar una consonancia con mi existencia entre ese desacuerdo y
disparidad. Si he de ir a una clase y guardarme el discurso de un profesor, me leo un libro a la
sombra de un buen árbol…, pues cada clase es así, una exposición mitad empírica mitad académica
de algo que me atañe por el mero hecho de vivir. Me mueve un espíritu crítico, pero no impertinente,
que mastica toda postura a contemplar, transmutándola en opinión personal acorde conmigo mismo.
También hemos de ser consecuentes, al menos en este instante que concierne el hablar sobre mis
compañeros. Sería falaz decir que sí, he encontrado a esa figura que comparte mi misma concepción
filosófica, pero no estaría en lo correcto puesto que no se ha dado el caso. Tal vez la gente no posea
una sólida concepción por ser piezas del juego selectivo del sistema de educación y, por ocupar una
posición, tomaron la única y última salida: la Filosofía; o puede que el hermetismo de aquellos que
busco le impidan conferir con una extrema facilidad sus ideales. Solo hay cabida para la especulación
y toda su espiral de inventiva. El ágora sigue siendo un ideal, no me exaspero por su llegada,
empero no puedo quedarme de bruces viendo el tiempo pasar…: Así, seguiré buscando el diálogo allá
donde se tercie.