El anarquismo epistemológico de Feyerabend niega la existencia de un único método para dar con el conocimiento científico. En su lugar, afirma la existencia de muchas vías de acceso al conocimiento verdadero. Pero además, el anarquismo epistemológico afirma que sometiéndonos estrictamente a las reglas de la ciencia, no seremos capaces de descubrir nada nuevo, dado que la ciencia es un proceso creativo y "anárquico" donde los opresivos principios racionales impuestos, son principalmente un estorbo en la búsqueda de la verdad. En conclusión, lo que realmente subyace al anarquismo epistemológico es: la idea que John Preston acertadamente ha venido a llamar "pluralismo metodológico", y una crítica a la epistemología normativa en favor de la descriptiva.

Palabras clave: Anarquismo Epistemológico, Feyerabend, ciencia, verdad, método y pluralismo metodológico


Feyerabend´s epistemological anarchism denies the existence of a sole method to reach scientific knowledge. There are many ways to obtain true knowledge. Moreover, epistemological anarchism states that strictly following science rules we will not be able to discover anything new. Why not? Because science is a creative and "anarchist" process where the rational and oppressive methodological principles imposed, are mainly a hinder in the pursuit of truth. In conclusion, what truly underlies to epistemological anarchism is: the idea that John Preston wisely came to call "methodological pluralism", and a criticize to normative epistemology in favour of descriptive epistemology.

Keywords: Epistemological Anarchism, Feyerabend, science, truth, method and methodological pluralism.

Índice de contenido:
1. El anarquismo epistemológico de Paul K. Feyerabend
2. La vida de Feyerabend
3. La época de Feyerabend
4. La obra: Tratado contra el método
5. Feyerabend: el provocador
6. ¿Qué es el anarquismo epistemológico?
7. El paso de la filosofía de la ciencia a la historia de la ciencia
8. Desmontando a Galileo
9. Las etiquetas de Feyerabend: ¿anarquista, dadaísta, surrealista o qué?



1. El anarquismo epistemológico de Paul K. Feyerabend
La tesis que se oculta tras la grandilocuente etiqueta de Anarquismo Epistemológico es bastante simple. Feyerabend propone una crítica al método científico como vía de acceso única al conocimiento científico. No existe - sentenciará Feyeranbend - un conjunto definido de reglas y normas que nos permitan desvelar al conocimiento científico, sino todo lo contrario. Someternos a la tiranía del estricto método científico supondría en primer lugar, rechazar muchas de las teorías y explicaciones que actualmente tenemos del mundo, por no ser estrictamente verdaderas según ese método, y en segundo lugar reducir drásticamente las posibles fuentes de explicación, dado que sólo algunas de ellas son aceptadas por dicho método como fuentes legítimas de explicación científica. Por otro lado, el anarquismo epistemológico rechaza la ciencia como fuente exclusiva de conocimiento verdadero, y la pone en pie de igualdad con otros saberes no tan bien considerados en occidente, pero que sin embargo a Feyerabend le parecen tan bien fundamentados epistemológicamente como la ciencia.
Por ello, si hemos de situar al anarquismo epistemológico dentro del ámbito general de las teorías sobre la verdad, se han de destacar los tres siguientes puntos:
a. El anarquismo epistemológico rechaza la existencia de un método que nos permita acceder a la verdad; en concreto la verdad entendida como conocimiento científico.
b. Es una crítica dirigida a aquellos pensadores que han considerado la ciencia como el único modo de conocimiento verdadero, principalmente Popper y el positivismo lógico.
c. Y por último, es una superación de la concepción tradicional de la verdad como adecuación entre mundo y mente, hacia otras versiones del concepto de verdad de carácter hermeneútico o narrativo, como el arte o el mito.

2. La vida de Feyerabend
Feyeranbend nació en Viena en 1924. Participó en la Segunda Guerra Mundial, en el bando alemán. Su participación en dicha guerra no tiene tanta importancia por las implicaciones éticas o políticas de haber luchado a favor del Nazismo, sino por haber recibido durante la misma tres balazos que le obligaron a caminar con muletas y le anularon su capacidad sexual de por vida. Este hecho permite explicar ciertos comentarios sarcásticos sobre la importancia de la vida sexual o el "sex-appeal" de los científicos en el desarrollo de sus investigaciones. Después de la guerra inició estudios de sociología e historia que abandona para formarse en física. Durante su doctorado, fue compañero de Wittgenstein en algunos seminarios. Obtuvo una beca para investigar en Londres bajo la supervisión de Popper. Trabajó durante muchos años como profesor en Berkeley, donde fue compañero de Kuhn y donde reorientó sus inquietudes intelectuales de la mecánica cuántica a la Filosofía de la Ciencia. En 1967 comienza su amistad con Lakatos, al que estará muy unido el resto de su vida. Finalmente muere en Suiza en 1994, de un tumor cerebral (1) .

3. La época de Feyerabend
Del contexto histórico de Feyerabend voy a destacar dos puntos que tienen clara influencia sobre su pensamiento: en primer lugar, señalar que la producción en Filosofía de la Ciencia había aumentado notablemente desde finales del siglo XIX, y que esa producción era además una epistemología de corte racional. Los epistemólogos pensaban que la razón nos brindaría criterios que nos permitiesen distinguir "clara y distintamente" el conocimiento científico del que no lo es, o en las palabras de la época, el conocimiento verdadero del falso. Frente a esta sobrevaloración de la razón, surgen en Europa una serie de corrientes filosóficas que bajo la etiqueta de "la postmodernidad" defenderán algunos de los ideales del anarquismo epistemológico, como la insuficiencia de la razón y el objetivismo, el rechazo de las visiones totalizadoras y el reconocimiento de la ambigüedad subyacente en toda cuestión, la defensa de la pluralidad y el relativismo, y la propuesta de sustituir los métodos, rigurosos y concretos, por estrategias abiertas y más próximas a los mecanismos que operan en el arte (2) . Aunque originariamente Feyerabend perteneció a las escuelas epistemológicas más radicales - fue discípulo de Popper - en la década de los sesenta comienza su andadura postmoderna, por llamarla de algún modo, contraponiéndose a las epistemologías positivistas, principalmente el falsacionismo popperiano. Parece por tanto que Feyerabend fue un "hijo de su época". Su pensamiento se comprende perfectamente enmarcado en el cambio de tendencias entre el racionalismo y el postmodernismo. Por otro lado, la radicalidaz de su discurso se entiende como una necesidad, dado que en el ámbito de la Filosofía de la Ciencia y la epistemología, el positivismo seguía siendo la actitud predominante. Voy a definir a Feyerabend más adelante como un "provocador", y creo que la rigurosa dedicación que puso en vociferar contra la "inmaculada concepción de la ciencia" de su época, es una de las razones principales para llamarle así. Por otro lado, creo que su actitud de rebeldía e irreverencia encarnizada tiene su origen a partes iguales en su personalidad, y en la fuerte influencia que tuvo sobre él el estudio de Galileo. Autor al que imitará en su actitud desafiante y retadora a la hora de transmitir sus ideas filosóficas, dada por parte de Feyerabend la necesidad de un discurso revulsivo que, al igual que el que Galileo necesitó emplear para socavar las más firmes creencias religiosas y filosóficas de su época, atacase en el S. XX a las más férreas creencias del ámbito científico.

4. La obra: tratado contra el método
En mi opinión, Feyerabend representa para la filosofía de la ciencia, lo que los periodistas sensacionalistas de los programas del corazón en televisión representan para el resto de las formas moderadas de periodismo. Al igual que estos últimos, Feyerabend produjo su discurso filosófico bajo un formato claramente sensacionalista y alborotador, y no lo hizo por descuido, sino conscientemente, con premeditación y alevosía. "Contra el Método no es un libro, es un collage. Contiene descripciones, análisis y argumentos que ya había publicado, prácticamente con las mismas palabras, diez, quince, o incluso veinte años antes... Los ordené, añadí transiciones, reemplacé los pasajes moderados por otros más enfurecedores, y llamé al resultado "anarquismo". Me encantaba escandalizar a la gente... (KT. pp. 139, 142)" (3) . Por supuesto la comparación entre Feyerabend y los periodistas del corazón es una burda analogía. No pretendo sugerir que Feyerabend basase sus ideas en rumores o suposiciones, que calumniase o que fuese un simple embaucador, sino subrayar el provocador formato de su producción. Así por ejemplo, aunque el anarquismo epistemológico aparece públicamente por primera vez en 1970, en un artículo titulado "Contra el Método: esbozo de una teoría anarquista del conocimiento" publicado por la universidad de Minnesota; John Preston nos cuenta en su obra Feyerabend: Philosophy, science and society, que este solía referirse, mucho antes de su publicación, al libro "Contra el método" como la "bomba fétida" (the stinkbomb). Feyerabend sabía que su obra iba a enfurecer al público, era consciente de las insuficiencias de la misma, de su lenguaje escandaloso e incendiario, y de algunas de la contradicciones que contenía (4).
El contenido de dicho artículo procedía en su gran mayoría de los intercambios epistolares entre Feyerabend e Imre Lakatos. En dicha correspondencia, estos dos filósofos de la ciencia habían estado discutiendo un conjunto de ideas a las que aglutinaban bajo el título de "racionalismo". La idea de ambos era publicar dicho material en un libro conjunto que llevaría por nombre A favor y contra el método o Por y contra el método (For and Against Method), dado que Lakatos defendía dicho racionalismo y Feyerabend lo atacaba. Podríamos pensar que a Lakatos no le debió hacer mucha gracia que Feyerabend publicase su parte independientemente en el artículo de 1970 anteriormente citado. Pero lo cierto es que la edición conjunta nunca llegó a publicarse debido a la prematura muerte de Lakatos en 1974 (5). De modo que al año siguiente, publica por su cuenta y riesgo Tratado Contra el Método como libro.
Que Feyerabend era el "Mariñas" de la filosofía de la ciencia creo que ha quedado suficientemente fundamentado. Feyerabend sabía lo que estaba publicando, una bomba fétida, y sin embargo no fue capaz de imaginar la dureza de las críticas que recibiría su obra. Esta no es la idea que en la actualidad tenemos de los periodistas de nuestro circo televisivo, pues ellos saben que van a ser vituperados públicamente por la competencia televisiva, sus propios compañeros y cualquiera que tenga donde expresarse. Pero Feyerabend se ve que no había visto suficiente televisión para predecir la que se le venía encima. En los círculos académicos se hizo escarnio de su obra. Hasta tal punto quedó afectado por el mal recibimiento de su libro, que en su autobiografía confiesa lo siguiente: "Estaba sólo, padecía alguna aflicción desconocida, mi vida privada estaba patas arriba, y carecía de toda defensa. A menudo deseé no haber escrito nunca ese maldito libro" (6).

5. Feyerabend: el provocador
Sin embargo, si la visión que acabo de dar de Feyerabend es la de uno de esos despreciables periodistas sensacionalistas a los que tan acostumbrados nos tiene la televisión actual, lo cierto es que han quedado de él documentos que atestiguan la gran admiración que despertaba entre los estudiantes este "irritante alborotador", que además no alborotaba sin razón. De nuevo John Preston, sólo que esta vez en su artículo dedicado a Feyerabend en la Enciclopedia Stanford de Filosofía, cita el siguiente pasaje que me voy a permitir la licencia de traducir:
Universidad de Sussex: comienzo del semestre de otoño, 1974. No había ni un sólo asiento libre en el mayor de los salones de conferencias del campus. Nerviosos por la ilusión, esperábamos impacientes y expectantes a que el anunciado evento comenzase. Se estaba retrasando - como era habitual. De hecho corría el rumor de que no aparecería en absoluto debido a una enfermedad ( ¿O era simplemente hastío? ¿O quizás una amante? ) que le confinaba en la cama. Pero justo cuando ya empezábamos tristemente a aceptar la idea de que no habría actuación ese día, Paul Feyerabend apareció por la puerta de en frente del abarrotado salón. Un poco pálido, y sujetándose sobre un corto bastón metálico, cojeó a lo largo de la pizarra. Se quitó el jersey y cogiendo la tiza escribió tres preguntas, cada una bajo la anterior: ¿Por qué es tan importante el conocimiento? ¿Por qué es tan importante la ciencia? ¿Porque es tan importante al verdad? ¡Definitivamente no íbamos a quedar decepcionados!
Durante las siguientes semanas de ese semestre, y durante el resto de los años como profesor visitante, Feyerabend demolió virtualmente todas las fronteras académicas tradicionales. No dejó títere con cabeza. Con una energía y un entusiasmo sin precedentes discutió todo, desde Aristóteles hasta Azande. ¿En qué se diferenciaba la ciencia de la hechicería? ¿Proporciona la ciencia el único modo racional de organizar congnitivamente la experiencia? ¿Qué deberíamos hacer si la búsqueda de la verdad paraliza nuestro intelecto y anula nuestra individualidad? De repente la epistemología se había convertido en una estimulante área de investigación.
Feyerabend creaba espacios en los que se podía volver a respirar. Exigió a los filósofos que fuesen receptivos de ideas de los más disparatados y aparentemente alejados dominios, e insistió en que sólo de esa manera podrían ser entendidos los procesos a través de los cuales crece el conocimiento. Su público estaba entusiasmado, y el mantenía sus enormes audiencias hasta que, demasiado enfermo y demasiado exhausto como para continuar, comenzaba simplemente a repetirse. ¡Pero no antes de conseguir una tremenda ovación al escribir en la pizarra "Aristóteles" con letras de tres pies de altura, y luego escribir "Popper" en letras diminutas, prácticamente ilegibles debajo! (John Krige, Science, Revolution and Discontinuity, (Sussex: Harvester Press, 1980), pp. 106-7) (7).
Es sorprendente la reverencia y admiración con la que habla de Feyerabend este estudiante. No es la admiración que se siente por un simple "alborotador irritante", sino la que se podría llegar a tener por un pensador revolucionario que se levanta contra las ideas predominantes no por mero afán de protagonismo y notoriedad, sino porque cree sinceramente que tiene una verdad que divulgar, como era el caso. Al leer estas líneas, la imagen que nos queda es la de un Feyerabend maltrecho, decrépito y enfermo intentando llevar a cabo su cruzada del "yo contra todos" a pesar de su debilidad física. En este aspecto, no puedo evitar pensar en el parecido que comparte con el Nietzsche de los sufrimientos, que enfermo y aquejado de sus muchos males, produjo un discurso exaltado y revolucionario que no ha pasado desapercibido en las generaciones siguientes.

6. ¿Qué es el anarquismo epistemológico?
El Anarquismo Epistemológico es una crítica al racionalismo predominante hasta ese momento en la Filosofía de la Ciencia. En este caso "racionalismo" ha de ser entendido en un sentido restringido a la metodología. Para Feyerabend - dirá John Preston - el núcleo duro del racionalismo es la tesis de que existe algo valioso llamado el método científico, algo fijo que hace de la buena ciencia "ciencia" (8). Por tanto, el Anarquismo Epistemológico es una reacción contra la idea de que existe un método racional capaz de producir conocimiento científico. No hay una estructura o factor común a todas las investigaciones científicas, no hay algo llamado el método científico que nos permita acceder al "buen" conocimiento científico. "Los principios del racionalismo crítico […] y, a fortiori, los principios del empirismo lógico […] ofrecen una explicación inadecuada de la ciencia porque la ciencia es mucho más 'cenagosa' e 'irracional' que su imagen metodológica" (9) . La esencia de la actividad científica radica en su "hacerse", en su propia actividad resolutiva en busca de las mejores respuestas a nuestras necesidades prácticas y cognoscitivas. "Es imposible una teoría de la ciencia. Sólo existe un proceso de investigación, y hay todo tipo de reglas empíricas que nos ayudan en nuestro intento de avanzar, pero que tienen que ser siempre examinadas para asegurar que siguen siendo útiles" (10) .
En la práctica científica, no existe regla alguna que no haya sido violada en alguna ocasión, y sin embargo, dicha omisión no sólo no impidiese el progreso del conocimiento, sino que fue una transgresión necesaria para ampliar los horizontes explicativos de la ciencia. La violación de dichas reglas metodológicas racionales, asegura Feyerabend, no fue por descuido, accidente, o ignorancia de los científicos, sino porque no existe regla alguna, por fundamental y necesaria que sea para la investigación científica, que en ciertas circunstancias no sea aconsejable ignorar o incluso actuar de forma opuesta a como indique la misma. "No hay una sola regla, por plausible que sea, y por firmemente basada que esté en la epistemología, que no sea infringida en una ocasión u otra. Resulta evidente que estas infracciones no son sucesos accidentales […]. Por el contrario, vemos que son necesarias para el progreso" (11) . En conclusión, dado que no existe un método científico, la ciencia es una empresa de carácter anarquista. Feyerabend afirma que un examen detallado de la historia de la ciencia muestra que no existe ningún principio que no inhiba de algún modo el progreso científico, y afirma que "Sólo hay un principio que puede ser defendido bajo cualquier circunstancia y en cualquier etapa del desarrollo humano. Es el principio: todo vale" (12).

7. El paso de la filosofía de la ciencia a la historia de la ciencia
Miguel Angel Durán pone de relieve las consecuencias del anarquismo epistemológico en el ámbito de la filosofía. Según este, el rechazo del método científico implicaba un abandono de la Filosofía de la Ciencia en favor de la Historia de la Ciencia. Si en la ciencia no hay ningún factor común a todas las investigaciones, si no hay ningún rasgo propio al saber que llamamos científico, entonces hemos de pasar al estudio individual de los casos de descubrimiento. Hemos de saltar a la Historia de la Ciencia, en tanto que el anarquismo epistemológico ha mostrado que la ciencia no se somete a ningún criterio, y que "todo vale" a la hora de ampliar el conocimiento (13). John Preston expresa esta misma idea de forma distinta al señalar que las ideas de Feyerabend promovían el paso de la epistemología normativa a la epistemología descriptiva . La diferencia principal entre epistemología normativa y descriptiva (14) es que la primera es a priori, establece racionalmente y antes de cualquier experiencia cómo debe ser el conocimiento científico, imponiéndo la norma de lo que es ciencia; frente a la epistemología descriptiva, que es a posteriori. Una vez que se ha decidido, aceptado o pactado tácita o explícitamente que un conocimiento es científico, se estudian las peculiaridades de su caso, aunque ya no necesariamente en busca de criterios universales para establecer lo que es o no científico.

8. Desmontando a Galileo
Como argumento a favor de sus tesis, Feyerabend desmonta el mito de uno de los mayores científicos de la historia, Galileo. De esta forma consigue dos objetivos: por un lado demuestra que la ciencia es mucho más el producto del oportunismo del científico, de sus capacidades propagandística y persuasivas, que de sus dotes investigadoras. Pero aún más importante, consigue mostrar - a veces de forma un tanto torticera - que uno de los adalides de la ciencia, uno de los padres de la revolución astronómica y mecánica, difiere mucho del impoluto modelo de investigador científico que los racionalistas habían venido postulando, perteneciendo en realidad a una clase más impura, más pícara y chapucera de científicos, donde todo vale con tal de mostrar la verdad de sus teorías. Pienso que Feyerabend se apropia del modo de proceder que le atribuye a Galileo, y lo emplea en la defensa y divulgación de sus propias ideas. En mi opinión, la influencia de Galileo es uno de los pilares del Feyeranbend "provocador" que intento perfilar en este trabajo.
Sin embargo, una crítica frecuente y justa que ha recibido esta parte de la argumentación de Feyerabend, es que con un sólo ejemplo no se puede desmontar nada, y por supuesto, tampoco el "monismo metodológico". Aunque Feyerabend asegura que la ciencia se ha alejado del ideal racionalista en otras muchas ocasiones, lo cierto es que no pone más ejemplos que el de Galileo. A lo sumo se atreve a enumerar otras disciplinas que también han surgido o evolucionado al ignorar las prescripciones metodológicas de la ciencia, como la mecánica cuántica o la teoría ondulatoria de la luz, pero sin detallar que reglas metodológicas omitieron sus descubridores (15) .

9. Las etiquetas de Feyerabend: ¿anarquista, dadaista, surrealista o qué?
Este apartado final tiene como objetivo resumir el anarquismo epistemológico bajo una nueva etiqueta que expresa directamente y sin ambages el significado de dicha teoría, y aprovechar para hacer un pequeño compendio de las etiquetas que el propio Feyerabend usó para denominarse a sí mismo y sus teorías, y las que han empleado otros comentaristas para con él y sus ideas. Dos son las etiquetas que se auto-impuso, "anarquista" y"dadaista". Aunque Feyerabend emplea el término anarquismo para caracterizar su epistemología "irracional", las fuertes connotaciones políticas del término le llevaron a reconocerse en distintos pasajes de su Tratado contra el Método más cerca del dadaismo que del anarquismo. Así, en el prólogo a la edición en castellano dedica una extensa nota a pie de página para encomiar al lector a que le "recuerde como un frívolo Dadaísta y no como un anarquista serio" (16) . Su predilección por el Dadaismo frente al anarquismo es meramente emocional, para desvincularse de las connotaciones peyorativas del término anarquismo, pues el lema del dadaismo, es muy similar al del anarquismo, sólo que en relación al mundo de la producción artística, en vez de la organización política. "Dada, dice Hans Richter en Dada: Arte y Anti-Arte, "no sólo no tenía ningún programa, sino que se oponía a todos los programas" (17). Sin embargo nunca se le ocurrió cambiar el título de su doctrina a "dadaismo epistemológico", pues habría ido en contra de sus provocadores propósitos iniciales. Quizá esta nota al pié haya sido el producto de las encarnizadas críticas que sufrió, y añadida en ediciones posteriores de la obra, cuando sus anhelos alborotadores ya habían sido contundente e incluso excesivamente satisfechos.
En cuanto a las etiquetas que recibió de otros críticos, la más reseñable por la crudeza de su crítica fue quizás la de "surrealista". En un artículo de la revista Nature titulado "Where Science Has Gone Wrong" (Donde la ciencia se equivocó), Popper, Lakatos, Kuhn y Feyerabend fueron acusados de ser los causantes de la decadencia de la ciencia contemporánea. Y en concreto a Feyerabend, se le acusó de ser "el Salvador Dalí de la filosofía académica, y en verdad, el peor enemigo de la ciencia" (18). Esta etiqueta surrealista no trascendió, pero es una demostración más de las intempestivas críticas que recibió nuestro filósofo de la ciencia. También se podría citar aquí la etiqueta que este trabajo ha intentado adjudicarle a Feyerabend, la de "provocador", y que, a la luz de las pruebas enumeradas, le sienta bastante bien. Pero, si hay una etiqueta que comprende efectivamente el significado del anarquismo epistemológico, es la de "pluralismo metodológico". Con esta etiqueta, John Preston expresa la inexistencia de un único método científico, a la que se refiere como "monismo metodológico" y apoya la necesidad de múltiples formas de acceder al conocimiento (19) . Sin duda, Feyerabend era un "pluralista metodológico", aunque él se refiriese ambiguamente a su teoría como "anarquismo/dadaísmo epistemológico".
CITAS:


(1) Los datos biográficos han sido extraídos de la obra de Miguel Angel Durán, Feyerabend. Marid : Ediciones del Orto, 2001, pp. 9 - 13.
(2) Feyeranbed, cit p. 19.
(3) John Preston, "Paul Feyerabend", The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Winter 2009 Edition), Edward N. Zalta (ed.), URL = <http://plato.stanford.edu/archives/win2009/entries/feyerabend/>. Traducción personal.
(4) John Preston. Feyerabend: Pilosophy, Science and Society, Cambridge, UK : Polity Press, 1997, p. 170.
(5) En la actualidad la Universidad de Chicago ha publicado una recopilación de los trabajos de Lakatos y de la correspondencia que mantuvo con Feyerabend en un volumen con dicho título: For and against method : including Lakatos's lectures on scientific method and the Lakatos-Feyerabend; editado e introducido por Matteo Motterlini. Chicago [etc.] : The University of Chicago Press, 1999.
(6) Paul Feyerabend, Killing Time: The Autobiography of Paul Feyerabend. Chicago: University of Chicago Press, 1995. p. 147. Traducción personal.
(7) John Preston, "Paul Feyerabend", The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Winter 2009 Edition), Edward N. Zalta (ed.), URL = <http://plato.stanford.edu/archives/win2009/entries/feyerabend/>.
(8 )John Preston. Feyerabend: Pilosophy, Science and Society, Cambridge, UK : Polity Press, 1997, p. 170.
(9) Paul Feyerabend. Tratado contra el Método, Madrid, Editorial Tecnos, 1986. p. 166.
(10) Paul Feyerabend. Adiós a la Razón, Madrid, Editorial Tecnos, 1996. p. 25.
(11) Tratado contra el Método, cit p. 7.
(12) Tratado contra el Método, cit p.12.
(13) Feyerabend, cit p. 22
(14) Feyerabend: Pilosophy, Science and Society, cit p. 178.
(15) Feyerabend: Pilosophy, Science and Society, cit p. 173.
(16) Tratado contra el Método, cit p. 6. nota al pie nº 12.
(17) Tratado contra el Método, cit p. 17. nota al pie nº 20.
(18) Feyerabend, cit pp. 21-22.
(19) Feyerabend: Pilosophy, Science and Society, cit p. 170.

c. Claridades. Revista de filosofía
ISSN: 1989-3787

Gabriel Carpintero Roman
Universidad de Málaga
UNA TEORÍA ANARQUISTA DEL CONOCIMIENTO